jueves, 4 de julio de 2013

Max Ernst. Castor and Pollution. 1923




Juegos con dados

 

Mi otro yo, se da cuerda,

se monta en bicicleta,

y es capaz de saltar como títere.

Para hundirnos en la mar

se necesita coraje,

y así  navegar al albur.

A mi yo, no sé qué le pasa,

se queda tranquilo a veces

y comienza a balbucear.

Espera con saña los pájaros feroces

que no cesan de volar.

En un mar de aceite

se puede correr el riesgo

de terminar como pan.

 


Max Ernst. Birds; also: Birds, Fish-Snake and Scarecrow. c. 1921




Lugar para mantenerse callado

 

En mi pequeño zoológico del patio

tengo clasificados a todos sus habitantes.

Me gusta estar cerca de los pájaros,

porque mantienen sus bocas amordazadas,

con finos bocados del mar.

Al perro lo tratamos con rudeza

no vaya a ser que se le ocurra

mover la cola a su capricho.

Las garzas las tenemos duplicadas

con tan sólo una no hay castigo,

se necesitan dos para el suplicio.

La víbora la dejamos a su albedrío,

porque ella puede indagar sobre

todo el poderío,

que tiene un sólo inquilino.

 

 


Max Ernst. Young Chimera / Jeune chimère





Aplicación

 

 A pesar de mis débiles piernas,

y de mi cabeza inconfundible,

me he mantenido en este pequeño espacio

con mis zapatos morados y con lazos.

He enseñado ciencias y alquimia,

dependiendo de la gravedad del caso.

He encendido la lumbre en las mentes

de gorriones y de  palomas,

que en algunas noches de insomnio

recuerdan la sinfonía que éramos

capaces de entonar sin piano.

Esos recuerdos parcos y cortos me mantienen

parado aun sobre mis débiles piernas

y con mi cabeza inconfundible.


Max Ernst.Fruit of a Long Experience. 1919.




Perdida de vigencia

 

En estos días a las ollas y los sartenes

les ha dado por quejarse,

al despertarse,

cuando caliento la leche,

o cuando cocino la carne.

Están tan insatisfechos,

que no cesan de implorar.

Cuando me acerco a ellos

algunos gritan bien alto,

otros susurran el lamento,

pero no paran de hacerlo.

No sé, realmente no sé,

por qué están tan rebeldes,

¿Será porque no le presto

atención durante el viernes?

Esa cuchara de alpaca

que terminó su función,

es la que más me gime .

No sé qué hacer,

cuando comienzan a quejarse.

 

 


Max Ernst. Aquis submersus. 1919




Frio en noches tristes del verano

 

La luna es un reloj que se ha perdido

en el cielo y  se refleja sin agujas

en el agua de un estanque.

Yo estoy con mis manos curvadas,

más bien las tengo esculpidas .

Alcanzo ser un mástil sin bandera

o tal vez un poste de alumbrado,

mientras en el foso de la escuela

miro hundirse una frágil fragata .

No detengo las horas de los hechos

no me importa el instante acumulado,

solo pienso en mis brazos

que se encuentran atascados en  mi mente.

12/26/10

 

 

 

 













 

Max Ernst.Family Excursions. c. 1919.




Lo intocable

 

Cotidianidad, dulce cotidianidad,

día a día nos miramos a la cara,

día a día colocamos nuestros sueños

en pequeños barriles.

La costumbre te mantiene inmóvil,

rompiendo  nuestros añejos planes

concebidos en la oscuridad del cuarto solitario.

Planes transformados que se pierden en un vacío,

contrarios, blancos, azules o simplemente verdes,

Decisiones que se crean con el aliento roto,

con monedas con hoyos

y con un poco de marfil.

Vida que se cruzan y se mantienen cruzadas

en el ámbito de una nuez de moscada.

Camino paralelo al infinito,

camino sin fin, olvidado

por uno mismo.

 


Max Ernst. El Beso 1925



Max Ernst. El beso 1925

...

 

Mi pie que define mi silueta.

Es  mi punto final, mi infinito