Perdida de vigencia
En
estos días a las ollas y los sartenes
les
ha dado por quejarse,
al
despertarse,
cuando
caliento la leche,
o
cuando cocino la carne.
Están
tan insatisfechos,
que
no cesan de implorar.
Cuando
me acerco a ellos
algunos
gritan bien alto,
otros
susurran el lamento,
pero
no paran de hacerlo.
No
sé, realmente no sé,
por
qué están tan rebeldes,
¿Será
porque no le presto
atención
durante el viernes?
Esa
cuchara de alpaca
que
terminó su función,
es
la que más me gime .
No
sé qué hacer,
cuando
comienzan a quejarse.
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