sábado, 15 de junio de 2013

The Antilope – Max Ernst



Celos escarpados

No dejo de mirarte, desolada

con mi pubis activo, y resentido

que otras manos y hombros,

se encuentren ofreciendo

consuelos a tus desgracias.

Estoy esperando paciente un gesto

que permita alcanzar el señorío

que me deje entrar en tu reino.

Petrificada el alma y con mi amor

en pose de aspaviento, te miro y te remiro

y no me canso, espero… espero

esa señal  maldita que permita

llevar al derrotero mis pasiones.

Por ultimo,

me arranco mi sexo infecundo

y lo arrojo a las continuas esteras

de los amores olvidados.

 





   





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