Lo intocable
Cotidianidad,
dulce cotidianidad,
día
a día nos miramos a la cara,
día
a día colocamos nuestros sueños
en
pequeños barriles.
La
costumbre te mantiene inmóvil,
rompiendo nuestros añejos planes
concebidos
en la oscuridad del cuarto solitario.
Planes
transformados que se pierden en un vacío,
contrarios,
blancos, azules o simplemente verdes,
Decisiones
que se crean con el aliento roto,
con
monedas con hoyos
y
con un poco de marfil.
Vida
que se cruzan y se mantienen cruzadas
en
el ámbito de una nuez de moscada.
Camino
paralelo al infinito,
camino
sin fin, olvidado
por
uno mismo.
|