Horas...y más horas fugaces y fascinantes
Últimamente
el tiempo se derrite,
no
espera por las pausas y los puntos,
está
ansioso y medio loco,
se
ha olvidado de poner todas las cosas
sincronizadas
con números y estaciones.
No
sé qué pasa con el tiempo,
pero
es caprichoso y ya no quiere
esperar
por nosotros como debe,
le
ha dado por correr por los pasillos,
por
no tener en cuenta nuestra cuerda.
Su
afán es sólo terminar más pronto.
Y
nosotros aquí con un cordel,
lleno
de piedras y azabaches
contándolas
una a una,
para
tratar de detenerlo.
12/20/10
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