Al anochecer se dan cita los reyezuelos
que combinan diferente s formas de hacer morir.
Ahora el cuerpo de uno yace en un ataúd inconcluso
y no hay maneras de hacerlo reiterar.
No podemos sepultar aquel que cegó los ojos de la verdad,
y comprimió ideas en lugares remotos.
Como castigo lo hemos maldecido a permanecer en un
mundo estéril,
donde nada cambia
y no se puede mediar
en las mentes de los que fueron alguien en su momento.
En nuestro pueblo vemos que los caminos se bifurcan
pero llegamos siempre al camposanto,
no es difícil discernir nuestro destino.
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Lindos versos
ResponderEliminarAnival